1)Exposición solar prolongada
La exposición al sol es la causa número uno de la hiperpigmentación, ya que es la radiación solar la que activa, en primera instancia, la producción de melanina. La melanina actúa como un protector solar natural de la piel protegiéndola de los rayos UV nocivos; es el mecanismo por el que nos bronceamos. Sin embargo, una exposición excesiva al sol puede desequilibrar este proceso y desencadenar una hiperpigmentación. Las pieles claras (de fototipos 2-3) son más propensas a desarrollar este tipo de manchas solares.
2) Melasmas
Las melasmas, también conocidas como cloasmas, son manchas que aparecen por el aumento de la melanina en la piel a raíz de un cambio en los niveles de hormonas. El embarazo y el uso de anticonceptivos orales suelen ser los principales factores en fomentar su aparición. Al contrario que en el caso anterior, los melasmas son más frecuentes en pieles morenas (fototipos 4-5).
La exposición solar aumenta la producción de melanina fomentando un mayor oscurecimiento y la aparición de dichas manchas. El uso de protector solar durante todo el año es esencial para el cuidado y prevención de las mismas.