Además de la regulación de la temperatura, las manos también pueden transpirar en respuesta a situaciones de estrés, ansiedad o nerviosismo. Esto se debe a la activación del sistema nervioso autónomo, que controla las respuestas automáticas del cuerpo, incluida la producción de sudor. Cuando estamos nerviosos, el sistema nervioso autónomo se activa y puede provocar una mayor producción de sudor en las palmas de las manos.
El sudor excesivo en las manos, también conocido como hiperhidrosis palmar, puede ser incómodo y afectar la confianza en situaciones sociales. Aquí tienes algunas estrategias que puedes probar para combatir el sudor de las manos: