Las pecas son pequeñas manchas de color marrón causadas por el sol; se trata de una acumulación anormal de pigmento en un punto de la dermis.
El sol no es la única causa de su aparición: el factor hereditario es sumamente importante en la tendencia a desarrollar pecas en la piel.
Hay que distinguir las manchas oscuras de las pecas. Las que aparecen con el sol son lentigos solares, que suelen aparecer en zonas sobreexpuestas al sol como la cara, el escote, las manos o los antebrazos. Los nevus, por su parte, son los lunares de toda la vida, acumulaciones de melanocitos con bajo nivel de malignización.
Sin embargo, las pecas no aparecen al azar. Se pueden encontrar en cualquier parte del cuerpo, pero suelen aparecer en las áreas más expuestas al sol, como la cara, los brazos, las manos, el cuello y las piernas. Al igual que la mayoría de los problemas de la piel relacionados con la exposición al sol, las personas de piel clara, sobre todo aquellas de cabello rubio o pelirrojos, son más propensas a verse afectadas.