Las alteraciones de la piel más comunes que se dan durante el embarazo son:
1) Hiperpigmentación (manchas en la piel)
Es frecuente que áreas que de por sí son pigmentadas se vuelvan levemente más oscuras. Algunos ejemplos son la región del cuello, las axilas, la parte interna de los muslos y las areolas. En ocasiones, la línea que recorre el medio del abdomen que pasa por el ombligo y el pubis (línea alba) también se hiperpigmenta y forma lo que se conoce como línea nigra. Pecas, lunares y cicatrices recientes también pueden oscurecerse más de lo habitual. Luego del parto, la pigmentación suele regresar a lo normal aunque no siempre lo hace completamente.
Es importante tener en cuenta que la exposición al sol excesiva o sin protección produce un aumento de melanina, y esto nos hace más propensos a las manchas o al oscurecimiento de la piel.