¿Te acabás de hacer un tatuaje? Protegelo con el vendaje de lámina transparente o utilizá un parche de ducha elástico para evitar que se moje. Posteriormente, lavá bien el tatuaje regularmente y tratá la zona tatuada con sumo cuidado los primeros días después de hacértelo
Después de hacerte un tatuaje, el cuidado de la piel es muy importante para que ésta no se infecte. El tatuador, para evitar infecciones y contagios, además de haber utilizado una aguja esterilizada, debe desinfectar la piel y cubrirla con una lámina transparente. Esta protección debe retirarse a las 6-8 horas para airear la zona afectada de la piel.
La piel de la zona afectada debe limpiarse como mínimo dos veces al día. Asi, disminuís la probabilidad de que se formen costras, reduciendo también el riesgo de cicatrices. Para hacerlo, tenés que lavar la herida con agua tibia y jabón de pH neutro y frotar suavemente el tatuaje con una toalla de un tejido extra suave y que no haga pelusas. Y luego, aplicar una fina capa de crema o pomada.