Niacinamida
Conocida también como vitamina B3, influye positivamente en numerosos procesos de la piel. Entre sus beneficios más importantes cabe destacar que calma las irritaciones y rojeces, mejora la función barrera, regula la producción de sebo, unifica la textura y el tono cutáneos, reduce las líneas de expresión y las arrugas gestuales, es despigmentante y antiinflamatoria. Además, ofrece otra gran ventaja: resulta compatible con casi todas las pieles.
Genisteína
Se trata de una isoflavona derivada de la soja, que es capaz de inhibir el daño oxidativo provocado por los rayos UV y sus lesiones en la piel como manchas, arrugas e inflamación.
Vitamina E
Presente en la piel –y en diferentes alimentos-, es otro antioxidante eficaz, que refuerza nuestro sistema inmunológico, protege las células de la oxidación, actúa como barrera frente a la radiación solar, difumina cicatrices, promueve la producción de colágeno, ayuda a disminuir arrugas y líneas gestuales, a erradicar las manchas causadas por la edad y trata el acné.